12 enero 2011

  Una mirada. Dice más de lo que puede callar, aquello que siente la delata. Cuando sufre se marchita en lágrimas; si se cree feliz, la oscuridad más profunda aleja de un pestañeo. Se mantiene sincera aunque las palabras no lo hayan sido; y es que los ojos no saben mentir.

  Sin embargo, los tuyos sí saben cómo camuflarse. Nuestras miradas se enfrentarán, mas siempre saldré perdiendo; tú aprendiste a engañar, yo tan sólo a olvidar mentiras.

1 comentario:

  1. Son comentarios cada vez más breves, ¿no? como si estuvieras concentrando temas y expresión. Ah y me gusta mucho el tronco d ela glicina abrazando al hierro... ¿Es simbólico? ¿Quién ha tenido la suerte de abrazarte así?

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