04 agosto 2012


Abriéndose paso entre las nubes, tan irreales como la palabra amor en una telenovela barata, el futuro es una invención y el pasado una mentira, mientras que el presente se escapa y no llega a existir, porque cruzamos el cielo tan rápido que nuestras manos se incrustan en el asiento, tan alto que todo parece un juego, tan lejos que nos persiguen los pájaros que un día llenaban nuestras cabezas, y también las jaulas que nos encierran ahora, y ninguno nos encuentra; porque ya no estamos donde debíamos estar, estamos en otro sitio y no vamos a volver.
No queremos que el viaje termine, aunque nos tengamos que estrellar mil veces en el mar y volver a pagar las tasas. Por eso no facturo equipaje, llevo la maleta vacía. Quizá parece poco en una vida que solo se mide por lo que llevas encima, pero lo que tú me diste ya llena  suficiente.
¿Dónde habrá sitio para ti y para mí? ¿En una puesta sin sol, en una noche sin luna, en un camino sin norte?
No me lo digas, ya lo veremos.