15 diciembre 2010

  Vamos al cine.

    "Juguemos a saborear esa felicidad sin límites marcados, sin un final concreto, donde incluso las tormentas y los tormentos parecen agradables; porque tú omnipresente espectador, sabes, desde tu butaca, que pasarán, y el sol brillará como nunca antes lo había hecho, en los bailes de graduación, los eternos viajes a paradisíacos paraderos, las bodas."
  
    Quieres regocijarte en ese placer ajeno. Acoges las blancas sonrisas americanas como si a ti fueran dirigidas; el amor de las azules miradas, de las bellas -aunque cada vez menos profundas- palabras, de las caricias de cachemir, del mágico sexo estelar...
  


    Sin embargo, a mí pagar 8.50 solo me produce dolor de huevos.
  
    ¿Ya te has dado cuenta de que tu vida nunca será como una película?

4 comentarios:

  1. Sin embargo ya suenas a "película"; ¿podemos pensar lo contrario, que en cada segmento de nuestra vida hay un millón de pelis?

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  2. Sueno a película...quizás con las comillas se aprecie más la ironía.

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  3. Por supuesto, con decir 'dolor de huevos' ya me pareció bastante; pero ahora veo que no hice el texto lo suficiente claro, quizás.

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