No me importa lo que hagas cuando tu olor ya no me envuelva, perfume, tabaco y hachís. ¿Quién mantendrá tu huidiza mirada de niño?, ¿quién sostendrá tus manos, que reposaban ausentes sobre mis rodillas?, ¿quién se perderá entre tu confusa y plácida verborrea?, ¿quién hablará de lo suave que es tu piel? No me importa. Te observé con temor fugaz; un parpadeo, un mordisco a la manzana que me ofrecías, alcohol en las noches más largamente cortas, sudor en la parte trasera de un viejo coche.
Nunca debió importarme.
Hola María, te leo desde hace un tiempo ya. Me parece que haces cosas muy interesantes. Creo que tienes un alma muy libre y eso te hace especial, porque escribes sin buscar, simplemente te expresas. A partir de hoy te sigo el blog y te invito a que veas mi proyecto piloto. http://aullido-silencioso.blogspot.com/
ResponderEliminarBesos