28 noviembre 2010

 La verdad es que no soy una gran cinéfila; en la mayoría de ocasiones descarto rápidamente las películas, ya sea por pereza, o por la rapidez con la que las juzgo. ¡Pero he aquí una excepción!. "Las posibles vidas de Mr. Nobody"  -simplemente "Mr. Nobody"en versión original- del cineasta belga Jaco Van Dormael. Necesité verla tres veces para decidir si realmente me había gustado. Y mereció la pena.

Al leer unos cuantos resúmenes y otras tantas sinopsis, me dí cuenta de que cada uno la había interpretado de formas diferentes. No voy a juzgar ninguna de ellas, pero voy a dar la mía propia.

 La historia comienza con imágenes sobre el condicionamiento clásico aplicado a una paloma, lo llama la "superstición de la paloma".
http://www.youtube.com/watch?v=qV5Y2K4b1V4&playnext=1&list=PL09CF8D6B6A666DEC&index=2

 A este fragmento le suceden las diferentes muertes que podría haber sufrido el protagonista: un accidente de coche, un disparo, un accidente en un viaje espacial... Entonces despierta, convertido en un hombre de 118 años, viviendo sus últimos días en el 2092.



 Durante toda la película se intercalan escenas pertenecientes a diferentes marcos espaciales, temporales, y por si fuera poco, a diferentes realidades; lo que complica su seguimiento. A grandes rasgos, se narra la vida de Nemo Nobody (desconocemos si realmente se llama así, o es un apodo que el protagonista ha elegido, pues al inicio no recuerda quién es realmente) el último hombre mortal. El argumento gira en torno a los recuerdos de su vida, mezclando lo real con lo imaginado. O visto de otro modo; tratando de mostrar diferentes caminos en una misma vida, y las diferentes consecuencias que tiene el tomar cada uno de ellos.

¿Con quién debía quedarse el pequeño Nemo cuando se separaron sus padres? ¿Con su padre, que más tarde enfermó y no  podía valerse por sí mismo?, ¿con su madre, que se fue a vivir con el hombre con el que había estado siendo infiel a su marido?

 A partir de esa elección, comienzan a desgajarse otras tantas consecuencias y nuevas elecciones; pero finalmente es una la correcta, aquella que prevalece sobre las demás y  le dará el sentido verdadero a la vida de Nemo: Anna.



http://www.youtube.com/watch?v=IF6vvRgGGuk&feature=player_embedded

<< Verónica había decidido morir aquella bonita tarde de Ljubljana, con músicos bolivianos tocando en la plaza, con un joven pasando frente a su ventana, y estaba contenta con lo que sus ojos veían y sus oídos escuchaban. Pero aún estaba más contenta de no tener que contemplar aquellas mismas cosas durante treinta, cuarenta o cincuenta años más, pues irían perdiendo toda su originalidad al estar inmersas en la tragedia de una vida donde todo se repite, y el día anterior es siempre igual al siguiente .>>






  Este fragmento enuncia el tema del libro Verónika decide morir, de Paulo Coelho. No quiero fastidiar a nadie su lectura, llena de giros e interesantes diálogos entre los personajes; pero sí puedo decir que este libro depositó en mi cabeza una firme idea (y no, no es la del suicidio). 


 Le dedico una entrada porque fue algo curioso encontré este libro abandonado (o eso creo) en los baños del cine; si no hubiese sido así probablemente no lo habría leído, perdiéndome el disfrutar de esta lectura como lo he hecho tantas veces.


Para que se entiendan mis razones, aquí va algún pequeño fragmento:


<< -¿No quiere saber su estado?
-Ya sé cuál es -respondió Verónika-. Y no es el que está viendo en mi cuerpo; es el que está sucediendo en mi alma.>>


<<-¿Qué es la realidad?

-Es lo que la mayoría de la gente consideró que debia ser; ¿usted ve lo que yo llevo alrededor del cuello?.

-Una corbata.

-Muy bien, su respuesta es lógica y coherente, propia de una persona “normal”.Un loco, sin embargo diría que yo tengo alrededor del cuello una tela de colores, ridícula, inútil, atada de una manera complicada .Si un loco me preguntara la utilidad de una corbata, yo tendría que responderle: para absolutamente nada; la única utilidad consiste en llegar a casa y poder sacárnosla, dándonos la sensación de que estamos libres de algo que no sabemos qué es.¿Pero la sensación de alivio justifica la existencia de la corbata? No. Aun así, si yo pregunto a un loco y a una persona normal qué es eso, será considerado cuerdo aquel que responda: ”una corbata”. No importa quién diga la verdad, importa quién tiene razón.>>

Termino con mi fragmento favorito:

<<-¿Estoy curada doctor?

-No. Usted es una persona diferente queriendo ser igual. Y esto desde mi punto de vista, es considerado una enfermedad grave. >>
 Me he despertado y he visto un tipo que se afeita y no sabe por qué lo hace, desayuna sin ganas de beberse ese café,  sube al coche sin saber a dónde va. Cuando se mira en el retrovisor ve unos ojos que ya no están vivos. Mis ojos, que ya no lo son.

Somos parte de un mundo  que cambia constantemente, y nosotros lo hacemos a su vez. Hasta el punto de no saber quiénes somos; qué somos.

Hace años creía que todo seguiría siempre igual para mí; tendría unos amigos con los que salir cada fin de semana, una novia con la que pasar las noches, unos padres que me aconsejaran. Pero todos ellos han desaparecido. En mi vida solo quedo yo. Y soy un extraño.
¡Cuántas veces dije que no me importaba! Nunca advertí diferencia entre luz y oscuridad; todo fue un vaivén, un sinsentido, un disparate. Cruzaba el puente una y otra vez, intentando en vano llegar a alguna parte; me movía de un extremo a otro, abrasándome o helándome según correspondiese. Y daba igual. Un vacío, un agujero... nada.

Nada.

Nada.

Nada.

Nada.

Y...tu mirada.

 Luz. Me dejó ver el camino, el suelo se había asentado por vez primera bajo mis pies. Sin puentes, sin vaivenes, sin finales.

25 noviembre 2010

Sigue buscando sentido a algo que no lo tiene, como el ingenuo que persigue la verdad en otros labios.

Continúa acuchillando tus sentimientos y deléitate con su sangre; haz bandera de sus despojos para que admiren tu oquedad.

No dejes de ahogar tus emociones.

¿Quién lo notaría?